Del 11 de octubre al 28 de diciembre, vuelve el Festival de Jazz de Barcelona, ​​este año en su edición número 54.

Grandes estrellas del jazz (Joshua Redman, Brad Mehldau, Christian McBride, Brian Blade, Ron Carter, Bill Frisell, Dave Holland); proyectos exclusivos o nacidos en el festival (la reunión de Chucho Valdés y Paquito D’Rivera; el dúo de Michel Camilo y Tomatito y su nuevo proyecto, Aranjuez; el espectáculo de celebración de Aretha Franklin y su disco Amazing Grace); encargos (el recuerdo de Tete Montoliu, el dúo de Andrea Motis y Marco Mezquida, el concierto de la San Andrés Jazz Band con miembros de la histórica Locomotora Negra); la increíble constelación de jazz contemporáneo en el Conservatori del Liceu, con sus correspondientes clases magistrales (Shai Maestro, Mark Turner, Larry Grenadier, Sofiane Pamart, Avishai Cohen, Nduduzo Makhathini, Marc Ribot, James Francies y Steve Coleman, entre muchos de otros); el irrepetible sexteto de divas vocales (Madeleine Peyroux, Cécile McLorin Salvant, Samara Joy, Dianne Reeves, Cyrille Aimée y Melody Gardot); la siempre emocionante serie flamenca De Cajón! (con el ya citado Tomatito, Vicente Amigo, Niña Pastori, Miguel Poveda, Rafael Riqueni, Raúl Rodríguez y Rosario la Tremendita); el regreso de Martirio y Chano Domínguez 25 años después de Coplas de madrugá, y el trío de ases brasileños formado por Toquinho, Hermeto Pascoal y Yamandu Costa son algunos de los ejes de este festival.

También este 2022 se celebra el 25 aniversario de la muerte de Tete Montoliu, uno de los grandes nombres del jazz del siglo XX. Cinco pianistas se unirán en torno a dos grandes pianos de cola para reinterpretar el legado de Tete desde sus respectivos puntos de vista. Dos de ellos tuvieron la oportunidad de escuchar a Tete en vida (Albert Bover e Ignasi Terraza), dos eran niños cuando murió y por tanto nunca asistieron a un concierto suyo (Alejandro Esperanza y Xavi Torres) y la quinta pieza, Lucía Fumero –hija de Horacio Fumero, contrabajista de Tete–, sí llegó al menos a conocer al pianista de la calle de Muntaner, que incluso la tuvo entre sus brazos cuando era bebé.

El batería, vibrafonista y multiinstrumentista Jordi Rossy será el protagonista del Retrat d’Artista, con cuatro conciertos exquisitos en torno a su figura como líder y como sideman, junto a artistas como Bill McHenry, Carme Canela, Jaume Llombart, Jeff Ballard y Kurt Rosenwinkel.

El apartado dedicado al gospel tiene este año dos conciertos muy especiales: Freedom, a cargo del Soweto Gospel Choir en recuerdo de Nelson Mandela, y el ya citado Amazing Grace, la conmemoración de los 50 años del mítico disco de gospel de Aretha Franklin.

Más celebraciones: los 25 años de Buena Vista Social Club con uno de los ideólogos y fundadores del fenómeno, Elíades Ochoa, rey indiscutible de la música popular cubana.

Más celebraciones: los 25 años de Buena Vista Social Club con uno de los ideólogos y fundadores del fenómeno, Eliades Ochoa, rey indiscutible de la música popular cubana.

El festival propone también decenas de conciertos en el Harlem (como Gemma Abrié, Belén Bandera, Adriana Ospina, el dúo daBumbus, Marïe Pratt, OBX y BJ Griffin) y en el Milano, que, entre otros, ha programado a los guitarristas Peter Bernstein y Jesse van Ruller.

El bajista Ferran Rico, premio extraordinario del Conservatori del Liceu y becado por la Latin Grammy Cultural Foundation y la Fundación de Música Ferrer-Salat por continuar sus estudios en el Berklee College of Music, volverá de Boston especialmente en noviembre para presentar su proyecto como líder, Punctum. Este concierto es una de las cinco citas que forman parte de la Carta Blanca en el Conservatori del Liceu, que permitirá volver a escuchar bandas de referencia de la música en Barcelona como la Liceu Big Band, el BLAM Collective, el Liceu Jazz Grup y el Gran Ensamble.

El lema del festival de este año es una frase del escritor y clérigo Henry van Dyke, que en 1921 escribió en The New York Herald Tribune: «Jazz music was invented by demons for the torture of imbeciles.» Según Joan Anton Cararach, director artístico del festival, la elección de esta conocida opinión contundente es una ironía respecto a «la marginalidad habitual e histórica del jazz, una música sobre todo sincera y sin concesiones, y por eso mismo también siempre emocionante y asombrosa ». «Quizás sí somos imbéciles y frutos diabólicos –continúa Cararach–, pero año tras año, desde 1966, el Festival de Jazz de Barcelona vuelve a su cita en medio del ruido y de la demagogia que nos rodea proponiendo la música de la resistencia, para entendernos.»

La programación completa del festival puede consultarse en la web www.jazz.barcelona, ​​donde también se pueden adquirir las entradas. La compra de 3 o 4 conciertos supone un descuento automático del 10%, y para la de 5 o más conciertos se aplica una reducción del 20% también automática.

 

Programación y entradas em:

www.jazz.barcelona/es